IMITACIÓN

Una profesora me dijo de niño que el ser humano es inteligente debido a su gran capacidad de imitación, entre otras cosas, por supuesto.

El caso es que estas vacaciones conocí a un tipo que a priori, y hablando mal y pronto, me pareció un panoli con todas las letras de la palabra. Craso error por mi parte. Cuando llegué a Barcelona encontré de casualidad una página web de este hombre y me quedé con la boca abierta.

Escribe sobre la tecnología aplicada al turismo. Pero lo importante no está en lo que cuenta sino en cómo lo cuenta. Ha conseguido atraer a un montón de gente gracias al empleo de las redes sociales. El hombre es un adicto a este tipo de plataformas y va contando cada movimiento que hace.
Lo más interesante de todo es que no ha gastado ni un céntimo en publicidad y ha conseguido captar a muchas personas. Sus textos son amenos y te das cuenta enseguida de que aquel panoli no lo es tanto y que, en definitiva, ha sabido hacer bien las cosas.

La moraleja número uno es que las primeras impresiones no son siempre acertadas y la número dos es que hay que aprender de emprendedores como él (imitación) si se quiere progresar en todos los sentidos de la vida.